CONSECUENCIAS POR UNA MALA ALIMENTACIÓN

La mala alimentación perjudica la salud de los niños en todo el mundo, advierte UNICEF.

Una mala alimentación en los niños puede ser muy perjudicial para su salud. Para su desarrollo el niño necesita estar bien alimentado, cumpliendo con un requerimiento diario de proteínas, carbohidratos, y aminoácidos, la falta de estos pueden producir inapetencia, fatiga y falta de energía, lo que ocasiona desconcentración, bajo rendimiento escolar, exceso de sueño y bajo nivel de respuesta en las actividades físicas y mentales. También podría ocasionarle daños en sus órganos internos, por ejemplo tener el hígado graso, que debido al consumo excesivo de comida chatarra cada vez aumentan más casos de este mal en niños pequeños. Es importante que los padres estén alertas y prioricen la buena alimentación de sus hijos, ya que ellos son quienes deben enseñar con el ejemplo.

Algunas de las consecuencias por una mala alimentación en niños son:

Debilidad muscular

Por la falta de consumo de proteína los músculos se tornan flácidos, se afecta su desarrollo en el crecimiento, y por ende un bajo rendimiento físico y mental.

Anemia

La anemia aparece cuando hay una deficiencia nutricional, específicamente cuando no se incluyen en la dieta de los niños alimentos que aportan hierro, mineral que transporta el oxígeno por todo el organismo y es responsable de la producción de glóbulos rojos. Por ello, se debe incluir en los menús carnes rojas, semillas de calabaza, legumbres, brócoli, coles, espinacas, entre otros.

La anemia tiene efectos irreversibles en el crecimiento y aprendizaje del niño, pues afecta el desarrollo intelectual, reduciendo su capacidad de comprensión. Un niño con anemia puede presentar cansancio o falta de aire, frecuente dolor de cabeza, mareos, palpitaciones, náuseas, piel pálida y debilidad general, y lo peor es que da paso a la leucemia.

Falta de crecimiento y bajo peso u obesidad

La mala alimentación podría traer como consecuencia la aparición de diabetes, enfermedades renales, cardiopatías, deformación de los huesos, aumento del colesterol, entre otras patologías. La falta de crecimiento y el bajo peso aparecen cuando no se incluyen en las dietas alimentos que nutren y que son fundamentales para el desarrollo integral del niño como huevos, leche, carnes rojas y blancas, pescados, frutas, verduras, legumbres, pastas y cereales, entre otros.

Fatiga y falta de energía

Lo que ocasiona desconcentración, bajo rendimiento escolar, exceso de sueño y bajo nivel de respuesta en las actividades físicas y mentales. 

Caries

La aparición de caries también es otro síntoma de mala alimentación en los niños, bien porque no estén consumiendo los nutrientes esenciales o porque estén ingiriendo exceso de azúcar o alimentos procesados, especialmente carbohidratos.

Infecciones en la piel

La aparición de hongos, manchas o ronchas también es otra de las consecuencias de la mala alimentación en los niños, pues su sistema inmunológico está debilitado por la falta de nutrientes, haciéndolos más susceptibles al ataque de infecciones, bien por virus o bacterias.